Los aviones empiezan a llenarse, pero el dinero no vuelve a la misma velocidad
Las aerolíneas en Europa y Estados Unidos viven una primavera inimaginable en los momentos más sombríos de la pandemia. Los pasajeros han regresado de forma repentina, casi por sorpresa, tras un 2021 a medio gas y el paréntesis de ómicron.
Una llegada masiva que incluso ha cogido con el pie cambiado a algunas compañías y aeropuertos y que ha provocado problemas de congestión en los días más intensos. Ha ocurrido en España, como ya alertó la asociación de aerolíneas ALA, en Heathrow y esta misma semana en Schiphol. Las colas también han vuelto.
Y ahí está la buena noticia para la industria. Un directivo del sector admitía hace poco estar encantado con tener que lidiar con estas situaciones en lugar de con las penurias de los últimos dos años. “Porque significa que volvemos a la vida”.
IAG (la matriz de Iberia y Vueling), Lufthansa o Air France preparan nuevos aumentos de capacidad para los meses de verano, algunas incluso han tenido que ampliar sus previsiones porque la demanda es mayor de lo que esperaban, según han explicado esta semana en sus respectivas presentaciones de resultados. Los aviones empiezan a volar casi llenos, y Ryanair ha rozado el completo: su factor de ocupación en abril ha superado el 90% en sus 82.600 vuelos, transportando a 14 millones de pasajeros frente al millón escaso del mismo mes de hace un año. La primera vez que lo consigue desde que llegó la crisis de la covid.
Este aumento explosivo de demanda ayudará a comenzar a reparar las finanzas de la industria, que fueron diezmadas por la pandemia, con pérdidas milmillonarias, rescates estatales y alguna quiebra. Pero el camino puede ser largo. El dinero no está regresando a la misma velocidad que los pasajeros, señala Joan Tarradellas, profesor de Finanzas en EADA y especialista en el sector aéreo. “Los aviones van llenos y los viajes de turismos han aumentado de forma impresionante, pero esto no significa que se recupere el nivel de ingresos”, añade.
El cliente de negocios, que paga el billete mucho más caro, crece a menor ritmo. Y esto impacta en el principal parámetro de rentabilidad financiera de las aerolíneas: lo que ingresan por asiento vendido y kilómetro viajado. El precio de los billetes, aunque comienza a subir, aún es bajo en comparación con el 2019, porque las compañías han intentado estimular la demanda con ofertas de derribo hasta hace poco.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/economia/20220508/8250810/aerolineas-reviven-demanda-explosiva-reto-salir-perdidas.html