La variante ómicron del coronavirus ha vuelto a paralizar la recuperación de los viajes en avión en el arranque de 2022, sobre todo en el segmento de las distancias más largas. A nivel global, la demanda de vuelos comerciales y los ingresos del sector de las aerolíneas no alcanzarán las cifras del último año sin el impacto de la pandemia, el 2019, hasta, al menos, 2024, según calcula Bain & Company, que analiza de forma mensual la situación de la industria.
Respecto a 2022, la consultora prevé que los ingresos globales de las aerolíneas alcancen los 432.000 millones de dólares en el escenario de recuperación de referencia, lo que representa el 65% de los ingresos de 2019. Mientas, la demanda mundial de viajes aéreos podría recuperarse al 84% de los niveles pre Covid en el caso base.
En Europa, y recurriendo a las estimaciones que reúne FactSet para los grupos cotizados del sector, las aerolíneas venderán un 84% en total respecto a 2019, logrando una recuperación completa ya en 2023 , principalmente por el mayor tráfico de corto alcanza, dentro del propio Viejo Continente.
El informe de Bain & Company anticipa, de hecho, que los viajes intrarregionales aumentarán en Europa y Norteamérica durante la primavera y el verano, “un patrón similar al registrado en 2020 y 2021”, según concreta la consultora.
Bain & Company maneja dos escenarios más. Uno optimista, de “una recuperación acelerada”, que “no incluiría nuevas variantes significativas del Covid-19, una alta efectividad de las vacunas, la armonización y reducción de los requisitos para viajar y una recuperación más rápida de la confianza del consumidor”. En este contexto, los ingresos globales de la aerolíneas alcanzarían cerca del 70% frente a 2019.
El otro escenario, el pesimista, “incluiría el impacto de nuevas variantes de Covid-19, menor eficacia de la vacuna, falta de respuesta coordinada entre los gobiernos y una recuperación más lenta de la confianza del consumidor”, y dejaría las ventas del sector mundial en un 59% respecto al último ejercicio pre pandemia.
Dentro del sector europeo, la recuperación de los ingresos de los grandes grupos de bandera, IAG (IAG.LO) (Iberia y British Arways), Deutsche Lufthansa (LHA.XE) y Air France-KML estaría ligeramente por encima de estas estimaciones a nivel global, según las previsiones que recoge FactSet, pero lejos de las cifras que presentarán las aerolíneas low cost centradas en los vuelos regionales, como la irlandesa Ryanair o easyJet, por encima de 2019 ya en 2022.
En otro informe reciente, el equipo de analistas de Credit Suisse admite un “aumento de las expectativas de recuperación”, pero reconoce que “los pronósticos para 2022 probablemente continuarán oscilando, como es normal en las primeras etapas de una reconstrucción, y es posible que tengamos que esperar hasta principios del verano para que mejore la confianza del mercado en las estimaciones”.
La rentabilidad, clave
En plena recuperación, con la amenaza del Covid, la escalada de la inflación y, concretamente, del precio del petróleo -un tercio de los costes de una aerolíneas es el queroseno, combustible derivado del crudo-, la rentabilidad de los grupos de aerolíneas es clave, y en este aspecto ganan importancia los vuelos más, los que más están tardando en atisbar la normalidad.
Recientemente, el banco estadounidense Morgan Stanley empezó a cubrir la cotización de IAG, y argumentó la recomendación de comprar sus acciones en que el grupo tiene una mayor exposición “a los atractivos destinos de América del Norte y del Sur frente a sus competidores”. Además, Carolina Dores, analista de Morgan Stanley, señaló que el potencial de recuperación de los ingresos de IAG se verá de forma más clara cuando la demanda del Reino Unido e Irlanda se equipare con sus homólogos de la Unión Europea (UE) este verano.