El día que Angelika tuvo que sentarse por primera vez en la cabina de vuelo de un avión, sintió miedo de su propio coraje. Vestida de uniforme intentaba esconderse entre las columnas del aeropuerto para que nadie la viera. Hasta que expulsó la vergüenza y se encaminó erguida a la pista. Voló como copiloto de un DC 4 de la extinta compañía colombiana Sam, el 1 de setiembre de 1970.
Pionera de la aviación comercial latinoamericana, el camino que tuvo que hacer fue arduo: trabajo como modelo, actriz, ejecutiva de ventas y aeromoza, mientras acumulaba las horas de vuelo necesarias para cumplir su sueño de surcar los cielos bajo su propio mando.
Angelika voló por Colombia y también por el exterior. En 1977 la contrató Avianca y se convirtió en la primera mujer en pilotear un Boeing 727 en Latinoamérica.
Pero su espíritu seguía llevándola lejos y su deseo de ser madre afloró. Naturalmente para Avianca eso fue terrible y absolutamente inconcebible. Era un tiempo absolutamente incomprensible. En consecuencia, dejó la compañía, y la aviación cuando fue madre de su segundo hijo.
“En realidad no me echaron por maternidad. A mi modo de ver me echaron porque yo me había atrevido a entrometerme en ese mundo masculino, es decir: había irrumpido y no lo había respetado con sus fórmulas”, afirma en su autobiografía.
Y es que Angelika hizo de su profesión algo único: volaba con falda pantalón, medias de lycra, una boina, corbatín, zapatos con tacón grueso y lo último en la lista de chequeo era el lápiz labial. ¡Siempre quería mostrar que era mujer!
Angélika nació el 23 de febrero de 1940 en Alemania, en plena Segunda Guerra Mundial, y vivió en Inglaterra, donde se casó y tuvo a su primera hija.
Siguiendo los pasos de su abuelo, que era explorador, cambió las comodidades europeas por descubrir América y se instaló en Medellín, donde volvió a casarse.
Tras dejar la aviación, siguió explorando. Tuvo su tercer hijo, estudio agricultura biodinámica y empezó a trabajar la tierra en una granja orgánica, donde construyó su huerta y su casa.
Hasta que volvió a moverse: a fines de 1990 se subió a una camioneta y salió a recorrer todo el continente americano en un proyecto que llamó “Descubriendo América 500 años después” y que la llevó hasta el sur argentino, donde terminó radicándose por un tiempo. Allí creó una fundación y empleó su tiempo a favor de los campesinos y agricultores.
El 10 de enero de 2015 fallece en su querida Colombia.
Militante ambientalista, autodefinida reportera ecológica, se involucró en la defensa de los derechos de las mujeres campesinas.Escribió una guía de ecología para las familias y una autobiografía en la que cuenta su historia.
Fuente: https://www.pilaradiario.com/lapancha/2022/3/11/angelika-helberger-piloto-pionera-ambientalista-118093.html